viernes, 5 de agosto de 2011

LAS META-CARAS DE LA LUNA SON DOS

“A lo mejor te olvidas de todo el asunto después de un tiempo. Te cansas rápidamente. Anoche estabas a punto de irte a tu casa apenas se te puso difícil. Mescalito pide una intención muy seria.”

Don Juan Matus


Estaba muy politizado, le decían. A veces, muy de izquierda. A veces haciéndole el juego a los gronchos populistas. Indeseable en cualquier caso, tan joven. Desperdiciando tiempo y energía. Abogando por alguna culturita inferior y sin sentido. Esos políticos se cagaban en todo. Eran ladronsísimos. Corruptos. No ves la tele? Las tapas de los diarios? Si alcanza con leer los títulos nomás. Lo recordaba como si fuera hoy.

Cierta noche, había estado en un bar tomando un trago, en compañía de un amigo. En un momento dado, notó (o mejor, creyó) que una chica lo miraba y se acercó para hablarle.

- No sé. A mí me gustan las novelas- respondió la señorita.

Las novelas, se quedó pensando, mientras la chica se alejaba en el recuerdo. Inevitablemente pensó en La Maga, en Oliveira, y en la cuerda. También acudieron a su mente Winston Smith, Julia, y la Policía del Pensamiento. -A mí me gusta la política- se había dicho entonces, desconfiando de su suerte.

En aquella época había querido participar. Interpretar. Discutir con sus compañeros, comparar, soñar que algo de todo lo que pasaba le pertenecía, de alguna manera. Sentirse parte. Fumaba programas de televisión y diarios dependientes, intentando aprehender la trama, como podía. Buscaba establecer contrastes con teorías de la comunicación (a las que comenzaba a acceder), con letras de canciones. Con doctrinas políticas. Y con basura intelectual.

A veces, ingenuamente, comparaba precios en los mercaditos, en los hipermercados, puteaba contra los monopolios mercantiles en todos sus rubros, encuestaba a su entorno con distintas temáticas. Hablaba con los pibes del barrio, con los de la fábrica (en la que empezaba a laburar). Cambiaban ideas. A veces le daban ganas de agarrar una guitarra eléctrica y rockear que el mundo fue y será una porquería. Pensaba en los muertos, los locos, los enfermos, los marginados. Lo recordaba todo. Tanta complejidad inabordable.

Lloró al recibir una esquela de su amigo, preso de la injusticia. Y sí. Todo preso es político, de una u otra manera. Una tarde, durante un sueño, se encontró con Moctezuma. Justo el día en que el emperador notó (o mejor, creyó) que el vengativo dios Quetzalcóatl regrasaba para saldar cuentas con sus pueblos.

Ya viejo, pensó que tanto machaque era lo que lo había dejado pelado. Tantos boletos de tren. Tanto esfuerzo. Tanto optimismo crítico. Que dura había sido toda aquella batalla en la que un lugar –suyo- llamado Latinoamérica había empezado a pararse. Enfrente, una maquinaria de ventiladores marrones de industria eurocéntrica había surtido todo el veneno posible. Vectores discursivos de la peor calaña. Aún en su versión cipaya, disparaban.

Ahora habían pasado muchos años de victorias y derrotas parciales. De intención de aprendizaje y crecimiento. De compartir e incluir. De intentar. Pero el mundo seguía siendo el mundo. Conservaba su componente dialéctico. Sus tensiones. Sus costados. Nada terminaba nunca. Si el poder popular era posible, si la fuerza colectiva había logrado torcer algunas patas nefastas de la historia, entonces había valido la pena. Entonces, también, había que reforzar la faena.

13 comentarios:

  1. Si hay un lugar en donde pararse, es en Latinoamérica, por lo menos en esta Latinoamérica pensada como bloque contrahegemónico. Y coincido, hay que redoblar la faena, defender conquistas logradas en el último tiempo (no conformarse, saber que sólo son un punto de apoyo y que todavía no se ha hecho casi nada) y seguir apostando a la militancia. Que no sólo es política, también es de vida, con una forma de ver el mundo que habla de inclusión, de avances y retrocesos y de tensiones, pero sobre todo, militar para que todos y todas podamos vivir más igualitario, con las mismas oportunidades para tod@s.Nada termina nunca y todo comienza, al fin.

    Abrazo

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  2. Hola Tango
    Hermoso texto. Muchas veces me pregunto sobre qué forma cobrará en el futuro este presente que estamos viviendo, qué concluiremos dentro de 15, 20 años, de lo que vivimos en este proceso histórico. Y la única conclusión certera, indiscutible, a la que llego, es la de que valió la pena haber vivido este momento histórico. Valió la pena el animarse a ser más libres, porque pusimos sobre el tapete la verdadera naturaleza del poder: el poder del que genera la opinión única, el poder que estupidiza. Con independencia del resultado final, es decir, los cambios que pueda lograr el campo popular para pensarse a sí mismo, el solo hecho de haberse animado a hacerlo, es una victoria sobre la resignación.
    Te mando un abrazo

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  3. Estás hablando de mi? Estás hablando de nosotros?
    Y ahora? Que la tortilla un poco se dio vuelta.
    Falta mucho para que todos los pobres dejen de serlo? La única y válida pregunta de fondo.
    En Latinoamérica puede ser. Si hacemos un gran esfuerzo expansivo, claro. Gran, enorme esfuerzo.
    Y luego, habrá un loco como este, que pretenda llevarlo a todas las latitudes.

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  4. Velcha: Ojalá así sea. Por eso resulta importante reconocerse en una contrahegemonía regional, con voluntad política y profundidad de amplitud cultural. Porque está visto que este “cambio de época” así nos convoca, para posibilitar un escenario de transformación más intensa a cada paso. Aún con las contradicciones del camino que nos atraviesan. “Nada termina nunca y todo comienza”. Abrazo grande.

    Sujeto: Muchísimas gracias por el comentario. Tu interpretación sintetiza y supera la intención del posteo. Habilitar las discusiones sobre “construcción”, “tenencia” y “ejercicio” del poder. De los distintos poderes en juego. “Haberse animado a hacerlo es una victoria sobre la resignación”, a la que muchos vivíamos acostumbrados, de tanto tirar la toalla. Abrazo grande.

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  5. Dani: Si. Puede ser que haya querido hablar de Ud, de nosotros, de los que quedaron en el camino y, ¿por qué no? de los que vienen detrás. Será un esfuerzo enorme, gigante, cada vez, encontrar los caminos para dar respuesta a esa pregunta de fondo, que produce tanta tristeza. No hay dudas de que falta mucho. Pero es evidente que el neoliberalismo es lo menos aconsejable. Ese camino sin corazón que ha causado tanto daño, por doquier. Ojalá emerjan locos por todos lados con espíritu inclusivo y solidario. Un fuerte abrazo.

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  6. Hola Tango, tengo mucha confianza en esta parte del mundo donde todavía se puede cambiar, son menos los tienen a don dinero y así les esta yendo en su deseperación terminarán por ahorcarse
    en sus propias mezquindades.

    Un abrazo

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  7. Roberto: Esas mezquindades están en evidencia cada vez más. No sólo no logran dar respuesta a las múltiples problemáticas sociales sino que están cada vez más expuestas. Ojalá se consolide una contracara intensa desde estos lares, con ideales diferentes, puestos en marcha. Abrazo grande.

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  8. Excelente texto amigo. Por suerte la historia sigue caminando, y en su camino algunas palabritas como Latinoamerica, Nacion, Pueblo (y otras) se van resignificando. Muchos de los gobernantes por suerte se parecen a sus gobernados, eso hace que el sueño de la patria grande (no hace tiempo parecia una utopia qe se alejaba a medida qe se iba detras de ella) sea posible. Me da pena, qe este en la vereda opuesta Chile (y Colombia tamb), pero bueno, los chilenos deberan hacer una autocritica. Celebro qe ahora aparescan los "indignados", y qe no sean los resignados los residentes. Ahora el imperio yankee y parte de la europa recalcitrante, empieza a mirar al sur, incluso como ejemplo a toda la region. Raro no ? Sobre todo para ellos, los dueños de la verdad qe siempre creyeron tener la razon. Parece qe esa etiqetita eufemizada del "subdesarrollo" empieza a ponerse en duda. Algunos mas al Norte, estan siendo rehenes de su propia historia. Las cosas no suceden por casualidad. Una peqeña muestrita, el Bco del Sur qe lo comento el tirano cuando vino aca, cada vez se
    va haciendo posible la independencia de la corporacion de la obediencia.
    Abrazo.

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  9. Llego tarde, pero sabía que tenía que leer este post. Me sentí muy identificado y está bellamente relatado.

    Siempre vale la pena vivir, todas las épocas (creo, supongo), pero no puedo sacarme un cierto tufillo soberbio de pensar que estamos viviendo un proceso largamente soñado.

    Un abrazo.

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  10. Excelente post!!!!
    No sé como será relatada nuestra experiencia en el futuro... eso depende de quien gane la pulseada... no sé (o sí) con qué miradas mira el norte al sur... Sólo sé que vale la pena...
    Viví otra época de entrega total en nuestro país, duró sólo 49 días más los días previos... Viví con plenitud la época de Allende... Era "muy joven" y me creí de sangre azul... siguió lo que todos conocemos y me descubrí de sangre roja como la de muchos que, sin elección posible, "nos murieron un poco" o los desaparecieron... pero VALIÓ LA PENA... siempre vale la pena desenmascarar a los poderosos, siempre vale la pena idealizar el mundo e intentar transformarlo en habitable para todos, siempre vale la pena la utopía... De esta época destaco la superación del individualismo en amplios sectores de la izquierda... "el darse cuenta" dónde apuntar las críticas, en darse cuenta cuál es el que está enfrente o, cómo decíamos "quién es el enemigo principal"... Desde ya que deseo estar en el sector que gane la pulseada... Un abrazo

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  11. Residente, Ricardo, Hilda: Muchísimas gracias. Abrazo grande.

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  13. Gracias por pasarte por mi blog. Son muy valiosas tus publicaciones, y la verdad, comparto mucha de tu música. Te recomiendo a Raly Barrionuevo y Orozco-Barrientos.
    Un abrazo. Víctor
    manifiesto del lector

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