lunes, 13 de diciembre de 2010

ULTRA RECALCITRANTE


Una de las grandes utopías, entre las utopías, consiste en imaginar que no existen, que no son. Aquí. Ya. En derredor. Pero siempre algún caballo se zafa de la ele y caen varios peones. Ha sido históricamente así. Se sigue para algún lado, de todos modos. Alguno de los caídos, si tiene alguito de “suerte”, será recordado por su nombre y apellido. Caso contrario, será uno de los tres o cuatro o los que sean. Se puede simplificar diciendo que murieron un par, como si nada. Las respuestas se buscan en la coyuntura de mierda. Una madeja de orquestaciones, fierros, y casualidades imposibles.

Esa línea de pensamiento se expresa, por ejemplo, en aquel genocida que, cuando le preguntaron cómo fue, contestó orgulloso –textualmente- que sólo había cometido “cuatro o cinco asesinatos”. Uno infiere que seguramente fueron muchos más, pero para él fueron cuatro o cinco, no se acuerda exactamente, le da lo mismo. Llamativamente, años después, al tipo hay gente que lo vota en elecciones democráticas. A su modo, es evidente que también ha dejado huella. Muy triste.

Y entre la coyuntura, esa bien de mierda, están siempre los mismos tomando postura. Tienen el pensamiento y el sentimiento del odio hecho carne y se enorgullecen de hacerlo voz. En los medios de comunicación, en la función pública o en cualquier puesto de trabajo, de diverso calibre. Todos recalcitran su egoísmo.

Los hay discretos. Estos profesan suavemente una modesta compasión por los que nada tienen y por la desigualdad social. Sin embargo, aluden a que “algo hay que hacer”. Prefieren que la desesperación se corra de sus ojos, no tener que verla ni palparla. Llegado el caso, construirán su noción del “otro” en el diferente. Inmigrante o migrante interno será adjetivado y señalado como culpable, de lo que fuera. La única coyuntura que analizarán es que hay “otros” que, descaradamente, ocupan su supuesta tierra suya. Saltan sólo ante un problema equis, y el gorilín que llevan dentro asoma una pata, un codo, algo.

Los hay también más ortodoxos. Siempre al pie del cañón, hacen del desprecio su forma. Porque directamente no soportan, no toleran. La asignación por hijo está bien, dicen, pero se la están dando a un montón de paraguayos y bolivianos. De ahí que esté mal. Como también está mal todo tipo de plan social y de vivienda para negros de mierda que no quieren laburar. Ergo, los acostumbraron así y por eso piden, cortan, queman una goma. Les parece que todos son iguales (inferiores, bárbaros, hijos de puta). Por eso no entienden como no los cagan bien a palos, o los barren con gases, bastones y alguna que otra bala de goma o de nueve. Al enano fascista gorila que llevan dentro, les gusta sacarlo a pasear para que se divierta. Cada vez que cae algún monchito, su pensamiento es ineludible: uno menos.

Y, por supuesto, los hay de los que no llevan el gorila dentro. Simplemente lo son. Vociferan, agitan con las garras. Tumban y buscan tumbar. No piensan, no sienten, no quieren. Solamente odian. Odian a los bolitas, los paraguas, los perucas, los brazucas, los negros, los zurditos, los peronchos, los cubanos, los latinos, los indios, los pobres, los chorros (pobres), los faloperos, los rockeros, los cumbieros, los murgueros, los judíos, los putos, las putas (pobres), los peones, los empleados, los albañiles, los barrenderos, los trapitos, los vendedores de flores, las Madres, las Abuelas, los Hijos, los Nietos, los locos, los enfermos, los artistas, y todos los etcéteras que faltan en estas torpes líneas. Y eso es lo que escriben en los diarios, lo que promueven como política pública, lo que dicen en la radio y en la tele, lo que le inculcan a su familia, lo que manifiestan en su importante puesto de laburo o en la cola del supermercado, que lo recibe con los brazos abiertos, con la mejor atención que un caníbal de su estilo merece, merced al intachable comportamiento de su tarjeta de crédito.

7 comentarios:

  1. Cuántos me crucé de esos hoy?... Qué lucha, Tango.

    Además de lo fundamental; el contenido. Tenés estilo, eso es mucho!
    Un abrazo.

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  2. Hola tango, lo inconcebible del gorilaje pobre
    es que piensan que son rubios de ojos celestes
    y viven barrio parque, cuando en realidad son
    unos pobres negros de clase media basureados
    por gorilas de lomo plateado, y mas que racismo
    lo que sienten es inferioridad y quieren ocultarlo
    con broncas de no poder ser.

    Un abrazo

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  3. Son muchos los que prefieren colocar la culpa afuera, en otro, antes que ver que ellos contribuyen a un sistema que genera excluidos a los que deja en la calle.
    Y cuando eso excluidos tienen la arrogancia de aparecer, hay que barrerlos nuevamente bajo la alfombra.
    Batalla cultural.

    Saludos.

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  4. Anécdota: en ocasión de las elecciones legislativas del año pasado, me acerqué a un vecino del Conurbano que conozco desde que nací. Siempre en el límite de la pobreza y la indigencia, la mitad de la vida sin trabajo, y la otra mitad con changas. Me salió con un discurso fascista que me dejó de cara. Entre las cosas que dijo, defendió fusilamientos de los milicos en los 70 que ocurrieron en Monte Grande, cerca de donde vivimos. Y putió contra la asignación universal y todo tipo de plan social.
    Yo no entiendo como funciona el gorilaje en las clases laburantes, pero existe desde que el mundo es mundo. Lo increíble, irresponsable y, diría yo, digno del repudio de todo el arco político (cosa que no ví), es que el Jefe de Gobierno de una ciudad receptora de inmigración agite el odio más elemental como lo hizo para ocultar las graves falencias de su gestión.
    Digo yo, la oposición porteña, cuando se va a poner los pantalones y pedirá el juicio político a este cachivache?

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  5. Unfor: Es así, lamentablemente andan a los gritos por cualquier lado. Gracias. Abrazo.

    Roberto: Si. Hay algunos que tienen incorporados esos "yeites" desde muy pequeños, inculcados de generación en generación. Otros no portan “importantes” apellidos ni nada, pero se salen de la vaina por sentirse clase alta y superior. En todos los casos es una ideología nociva para cualquier sociedad que pretenda ser plenamente libre. Abrazo.

    Ricardo: Comparto la idea. La batalla cultural es el eje de la cuestión, para poder fomentar lazos sociales que contemplen la diversidad. Causa tristeza esa noción feroz de otredad. Y ni hablar la trivialidad con que se ignoran las complejas causas que generan excluidos. Saludos.

    Mariano: Uno nunca para de sorprenderse. Supongo que ejemplos como el que mencionás son consecuencia de la fortaleza hegemónica del discurso históricamente dominante. Me parece que el campo comunicacional, el artístico y el educativo (mediante políticas públicas y por fuera de ellas) tienen que ser los pilares para poder dar una transformación cultural importante, con respeto y tolerancia por la diversidad, combatiendo la xenofobia y los prejuicios, en búsqueda de mayor libertad y justicia social. Un abrazo.

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  6. Che, Tango, ¿sabés que pasa? que a la gente bien no le gusta que los pobres existan, pero no se dan cuenta que para que ellos sigan siendo "bien" hacen falta. Lo decía Sandra ayer en 678, tienen pobrefobia. Y despotrican si el estado les va a dar tierras por que son unos vagos que no se merecen que el estado les "regale" nada. Sin embargo, impacientes, miran Gran Hermano en busca de saber quién será el ganador que por no hacer absolutamente nada en nosecuántos meseses se lleve nosecuántos miles...
    Así tamos...

    Besos.

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  7. Totalmente. Eso nos da la pauta de todo lo que nos queda por mejorar como sociedad todavía. Una pobrefobia impresionante. Besos.

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Hicieron camino al andar