Por Matìas M. Fernández
(publicado en el blog República Unida de la Soja)
Estimado Lucas,
Seguramente estes hasta las manos con gente que te contacta, con gente que quiere experarse y no tiene cómo, yo soy uno, y simplemente quería decir, si es posible a través tuyo que tal vez tengas como hacerlo, mis humildes pensamientos de tipo cualquiera que tiene sensaciones que no puede terminar de entender, y mucho menos de explicar.
Corría el año 2001, mi vieja había sido "ida" de su empleo con el famosísimo y nefasto retiro voluntario que tanto abundó en los '90 y mi viejo trabajaba en una importante cadena de supermercados y gracias a la ley de flexibilización laboral, lo rajaron y lo reemplazaron con una tercerizada para abaratar costos, al estar los dos sin trabajo, perdieron su departamentito de 2 ambientes que habían sacado con un crédito hipotecario con intereses usureros bien comunes en las entidades bancarias de aquella época, tuvieron que rematarlo a dos monedas, perdiendo toda la plata que habían puesto durante casi 10 años, a solo 2 de llegar a terminar de pagarlo.
Como consecuencia inevitable, tuvimos que sailr de emergencia y caer donde se pudiese, así que le caimos a mi abuela, una jubilada de 63 años que cobraba la mínima y había sufrido la famosa quita. Viuda, dado a que mi abuelo tenía un negocio de audio y video que tuvo que cerrar por la importación masiva y poco tiempo después le agarro Alzheimer (según los médicos por el bajón de haber perdido casi todo). Mientras tanto, mis padres intentaban en vano encontrar trabajo, ya que gracias a su edad (casi 40) no servian en el modelo vigente, ya eran "viejos", inútiles, gracias a eso, mi viejo se vió sumido en una paulatina escalada de crisis de nervios y depresión que trajo como consecuencia el mal de Parkinson, y mi vieja la remaba como podía. Yo, por ese entonces tenía 16 años, debido a todo lo anterior, tuve que salir a buscar trabajo, de lo que sea, cobrando lo que sea que me paguen, agachando la cabeza y tragándome mi dingidad, por que como bien es sabido, mientras más trabajo falte, el que lo ofrece cada vez aprieta mas la cadena, total, si te pudrís y renunciás, hay 50 más atras tuyo buscando laburo también, trabaje en una heladería, en una pizzería, en un restaurant haciendo delivery, y una cantidad casi infinita de etcéteras.
Por el año 2003, cumplí 18 años y me tocó votar por primera vez, opté por Kirchner ya que, como muchos, pese a desconocerlo, preferíamos cualquier cosa ante otro mandato Menemista, y por suerte, fui sorprendido para bien.
De a poco, empecé a ver que las cosas remontaban, la gente a mi alrededor empezaba a conseguir trabajo, mi abuela tenía por primera vez en mucho tiempo aumento en sus jubilaciones, mi mamá consiguió trabajo, y mi papá pese a su enfermedad pudo conseguir trabajo también, yo por mi parte, pude terminar de estudiar y continuar con mi carrera, hoy, apenas 7 años después soy un profesional formado en mi carrera, donde me respetan y me escuchan cuando abro la boca, donde tengo un trabajo estable y me pagan un salario digno.
Todo esto, hubiese sido imposible sin Néstor y sin Cristina, y ayer, cuando me enteré de la noticia, senti por primera vez la necesidad de manifestarme, ya que nunca lo había hecho antes, parte por verguenza y parte por simple pelotudez, simplemente apoyaba desde el silencio, y, a diferencia de lo que nos pintaron siempre, en la plaza del pueblo no encontre "negros de mierda" borrachos con vino y chori, sino jóvenes inteligentes, pensantes que eligieron manifestarse, familias de clase media con hijos, laburantes, jubilados, en fin, gente de todas las edades y clases sociales (excepto la alta, obvio) en paz, con tristeza pero por sobre todo, con un mensaje de esperanza y apoyo, de un pueblo que recuerda como nos fue, y que mira para adelante y quiere estar mejor.
Ojalá este mensaje pueda llegarle a todos los que sea posible, y sino, con que lo haya leído una sola persona (o sea vos) me es suficiente.
Muchisimas gracias.
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