miércoles, 27 de octubre de 2010

SEMILLAS


En las corpos mediáticas no pierden tiempo. Enseguida empiezan a conjeturar sobre el tablero político y las potenciales consecuencias futuras inmediatas. Entre la demagogia hipócrita e incareteable que escupen, hablan de conmoción y consternación. Dejan ver la rapiña con la que quieren sacar provecho. Casi no hacen referencia al dolor y al luto que atraviesan millones de argentinos y sudamericanos, circunscribiendo estas sensaciones al gobierno.

Sin embargo, en un par de horas, de minutos, de una nada de tiempo, ya se hicieron tiempo para análisis políticos y económicos superfluos. Vinculan la figura del tipo a un cuadro de poder y desde esa lógica explican su partida. Y si. El tipo tenía poder. El poder de enfrentarse a los grandes poderes, reivindicando la militancia y la convicción de las ideas.

En las corpos, decía, repasan su carrera política de manera sintética y superficial. Hablan de muerte anunciada. Y si. Es verdad. La anunciaron, la propiciaron y estimularon la posibilidad. Algo así como diciendo: “dejate de joder, quedate piola, a ver si todavía te vas para el otro lado”. Hoy se frotan las manos.

Entre tanto, vuelvo en bondi a casa, intentando descifrar las caras de la poca gente que anda. Veo algunos censistas caminando, ordenando los papeles mientras laburan. Noto que a algunos los reciben en la puerta, los hacen escribir sobre los pilares de las casas o como puedan. En fin.

En los blogs, los pibes están (estamos) tristes. Postean sensaciones sin filtro de redacción. Comentan, se mandan abrazos, fuerza, lloran, continúan adelante, aguantan, resisten, se comprometen. Recuerdan el cuadro del hijo de puta descolgado para siempre, la asunción antiprotocolar, el giro hacia un modelo de país diferente, el rechazo al ALCA de Bush en Mar del Plata, la consolidación de UNASUR. Y, sobre todo, agradecen su andar para todos los que recuperaron sueños perdidos. La alegría de la que hablaba Correa. La posibilidad de que florezcan las semillas plantadas entre tanto cemento.

6 comentarios:

  1. Recién leí a Pagni, en La Nación, cosa que no debo hacer. Casi vomito. Superó en crueldad y violencia verbal a Rosendo Fraga.
    No pierden tiempo, tal cual decís, Tango.

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  2. Muy bueno amigo tu texto, entrañable!!! Una verdadera pena lo que paso en el día de hoy, se nos fue un auténtico estadista, el que tenía claro para donde llevar el barco , el que tenia la brujula invisible que (sabemos)no sacaba del bolsillo, porque no necesitaba mirarla, un impresindible,un idealista que le devolvió el orgullo a la militancia, se nos fué, una buena persona, se nos fué un tipazo, se nos fué. la reputisima madre

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  3. Personajes que no sienten ni siquiera respeto por nuestra historia, menos lo van a sentir por nuestro hoy.
    Y nuestro hoy es esto que vos escribís. Es decir basta, cómo puede ser que haya tanta gente que no se da cuenta. Es alzar los brazos y caminar en pos de un país que se levantó y que colmó lugares y se unió como nunca antes.
    Menos mal que de alguna manera podemos mostrar que todo es una gran mentira. Y que la verdad (si es que existe) se respira hoy y se respiró ayer en las calles. Y esperemos se siga respirando siempre.
    Muy buena tu entrada.
    Cariños!

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  4. Almita, Andy, Sol, gracias por las palabras, por compartir sensaciones, por expresarse. Todo esto recién está empezando...

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Dificil no estar triste. Se fue un amigo.

    Podrán conjeturar, analizar, carroñear y vender miles de ejemplares, pero hay algo que nunca van a poder hacer... recibir el cariño del pueblo.

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Hicieron camino al andar